¿POR QUÉ SALVAR EL PLANETA ESTÁ EN NUESTRAS MANOS?

La eficiencia energética es clave para garantizar un sistema seguro, confiable, asequible y sostenible para el futuro. Es el único recurso energético que todos los países poseen en abundancia y es la forma más rápida y menos costosa de abordar los desafíos de seguridad energética, medioambientales y económicos.
Si bien las políticas de eficiencia energética se están convirtiendo en una parte clave del mercado mundial, aún existe un gran potencial sin explotar y la AIE está trabajando con países de todo el mundo para implementar medidas de eficiencia.

Según la AIE, la demanda mundial de electricidad aumentará un 70% hasta 2040, elevando su participación en el uso de energía final del 18% al 24% en el mismo periodo.
En paralelo, unos 1.100 millones de habitantes, el 17% de la población mundial, no disponen de acceso a la electricidad. Igualmente, 2.700 millones de personas, el 38% de la población global utilizan biomasa tradicional para cocinar, calentarse o iluminar sus viviendas con un grave riesgo para su salud.
Por eso, uno de los objetivos establecidos por Naciones Unidas es lograr el acceso universal a la electricidad en 2030, una ambiciosa meta si se considera que, según las estimaciones de la AIE, todavía habrá en esa fecha 800 millones de personas sin acceso al suministro eléctrico, de seguir la tendencia actual.